Cuando llegamos a una casa nueva o creemos que ya es hora de darle un cambio de aires a nuestro hogar, nada mejor que pensar en un ambiente diferente. Y es que un hogar lo acaban de crear no solo los muebles o los materiales, sino sobre todo los detalles, las pequeñas cosas, los objetos personales, los aromas, la luz, las manualidades de las hijas e hijos, las fotografías…
También podemos pensar en estilos concretos y, a partir de ahí, crear nuestro ambiente predilecto, ya que a veces no sabemos cuál es la decoración que mejor se adapta a nuestros gustos. Por ejemplo, si pensamos en un ESTILO MINIMALISTA, el ambiente se basaría en la simplicidad y la serenidad como conceptos, por lo que pueden ser espacios igual de acogedores para las personas que se sientan cómodas en ese tipo de estancias. Deshacernos de lo que no es esencial es imprescindible para crear una atmósfera “minimal”. Las líneas rectas son un detalle ideal para crear ese tipo de atmósferas, así como la entrada de gran cantidad de luz a través de las ventanas y ventanales, que contribuye a crear esa sensación de estancia etérea. Esperad recibir calidez y belleza con colores neutros, pero abrigándolos con textiles mullidos y con texturas calentitas para este invierno.
El ESTILO NÓRDICO, por ejemplo, tiene muchas características comunes con el minimalista, pero integra más colores, sobre todo los apagados, como grises o azul noche, y también algunos estampados combinados con tonos neutros, sobre todo blanco. En el mobiliario, la madera será la reina, y en cuanto a los textiles, la lana, el lino y el algodón, todos tejidos naturales, serán los más utilizados en casa. Como toque final, y para recrear un ambiente “hygge” -que como sabéis es una palabra que expresa un concepto de estado de ánimo acogedor, íntimo y de bienestar en casa-, ten a mano siempre velas para encender, o leña si tienes chimenea. Deja cerca algunos libros, cojines cómodos para la cama y el sofá, mantas mullidas, y algunas luces a modo de guirnaldas. Tomar un café en casa se convertirá en toda una experiencia relajante.
Para crear un ambiente más especial y lleno de objetos únicos, también podemos optar por el ESTILO ÉTNICO. Aléjate de Occidente y busca en la decoración de otros países para mostrar tu gusto por los viajes y por otras culturas. La clave en esta ocasión está también en los detalles. No recargues demasiado la casa con objetos y crea un equilibrio con muebles de colores neutros y formas sencillas. ¿Cómo crearemos luego esa atmósfera tan especial? Elige elementos artesanales de la cultura local, si es posible, piezas de estaño, latón, cobre… Y por supuesto tejidos estampados que formarán parte de esta tendencia cálida y pegada a la tierra. Compra también un poco de incienso con los olores típicos del país que hayas elegido como inspiración, y habrás conseguido un ambiente redondo.
Otro de los estilos y ambientes que más nos han llamado la atención y que está en plena tendencia es el ESTILO MEDITERRÁNEO. Inspírate en el mar, pero sin llegar al estilo náutico. Tonos blancos y azules pastel llenan las estancias. También las paredes encaladas y los finos tejidos. Cámbialos en invierno por textiles más gruesos en los mismos colores, para evitar el frío. Incluye detalles como piezas de artesanía y muebles de obra, materiales como el mimbre o el esparto o flores que alegren las estancias. La luz, además, debe entrar a raudales para que la casa se parezca a una villa cerca del Mediterráneo. Con todo ello conseguirás un ambiente lleno de naturalidad y serenidad.