Si no padecéis alguna alergia directamente, seguro que conocéis a más de una persona que sufre este problema de salud. Y es que el porcentaje de población con alergia ha crecido en todo el mundo a lo largo de los años, debido a causas como la contaminación, la mala alimentación o el uso habitual de químicos y fármacos, entre otras. Además, esta afección causa molestos síntomas derivados de la hipersensibilidad a los alérgenos, como picores, rojeces, lagrimeo, estornudos e incluso, a largo plazo, problemas de asma. Aquí os daremos consejos para combatir las alergias en el hogar.
Una de las alergias más comunes, y que además llega ahora con la primavera, es la alergia al polen. Por eso, dentro de casa, debemos mantener las ventanas cerradas en las horas de mayor concentración de polen en el aire, para evitar que entre en el hogar y se deposite en las superficies y los textiles, especialmente las cortinas. Por otra parte, algunas personas también desarrollan alergia hacia ciertos tejidos, que se fabrican tanto con materiales naturales como con materiales sintéticos. Los eczemas, picores o rojeces son los síntomas más comunes que se desarrollan en personas con este problema. En tejidos naturales, la lana y el algodón son los que ocasionan más alergia, mientras que el poliéster, la viscosa o el nylon son algunos de los sintéticos que causan estos síntomas. También los textiles con relleno de plumas pueden producir este tipo de afección. Si tienes alergia a alguno de estos materiales, sustitúyelos por otra fibra –desde cojines y plaids a cortinas o estores-. En La Huerta encontrarás todo tipo de alternativas en materiales para tus textiles de hogar. Además, procura no usar un exceso de detergentes y otros productos al lavar estas prendas en la lavadora.
Por otro lado, la alergia a los ácaros del polvo es una de las más comunes que se pueden encontrar relacionadas con el hogar, y no es estacionaria, por lo que es necesario combatirla durante todo el año. ¿Cómo? La limpieza será nuestra mejor aliada, pero una limpieza específica y que ayude a mantener la casa libre de ácaros. De hecho, los textiles son los lugares preferidos de estos intrusos microscópicos, que crecen en lugares cálidos y húmedos y que se alimentan de nuestras propias células de piel muerta que desprendemos. Cortinas, almohadas, sábanas, cojines… Hay que mantener sobre ellos un adecuado mantenimiento para reducir en lo posible los problemas de la alergia. Para limpiar el polvo sobre las superficies de casa, hay que desechar las viejas costumbres y utilizar un trapo húmedo que elimine el polvo definitivamente y no lo disperse en el aire. El uso de la aspiradora de manera habitual, en lugar de la escoba, también reducirá la cantidad de polvo que se acumula en casa, así como otros alérgenos. Y no os olvidéis de los muebles tapizados.
En cuanto a la ropa de cama –sábanas, fundas y mantas-, es muy importante lavarla al menos una vez a la semana con agua caliente para matar los ácaros. Y es que esta parte de la casa es más susceptible de que habiten los ácaros, ya que reúne todas las condiciones para que estos se alimenten y crezcan sin ser molestados. Por eso, además de la limpieza, es aconsejable elegir almohadas y colchones de material sintético o látex, que evitan que se reproduzcan rápidamente, así como optar por fundas de colchón y de almohada que sean antiácaros, como las que podéis encontrar en La Huerta.
Otra tarea fundamental a realizar es la de ventilar la casa durante algunas horas, preferiblemente por la mañana, para deshacerse del exceso de temperatura y humedad que es tan importante para la proliferación de los ácaros. Dejar la cama deshecha durante un par de horas antes de hacerla también es una forma muy efectiva de reducirlos. En cuanto al resto de textiles, como cojines, cortinas o plaids, hay que tener en cuenta que las fibras naturales como el algodón o la lana, son materiales que ayudan a la absorción de ácaros, por lo que es mejor evitarlos en la medida de lo posible.
Y recordad que, aunque la alergia a los ácaros no es estacionaria, suele aumentar con las altas temperaturas, especialmente en verano. Por eso, es importante revisar las rejillas de los aires acondicionados antes de que llegue el calor, donde se acumulan gran cantidad de ellos, y limpiar los filtros, pues esta tarea los mantendrá a ralla.
Estos consejos no solo servirán a las personas alérgicas, sino que también ayudarán a mantener un aire purificado y limpio en vuestro hogar y a prevenir la aparición de este tipo de afecciones.