Si siempre te has preguntado qué es eso de la decoración Feng Shui, vístete con tu Qipao y viajamos hacia China. Y es que la decoración basada en la técnica del Feng Shui puede ser muy creativa, ya que piensa en cómo la disposición del espacio afecta a nuestra vida.
En Occidente se ha ido adaptando hasta observar algunas reglas que podemos adoptar si queremos que nuestro hogar se base en este sistema de ocupación consciente y armónica del espacio. Feng Shui significa literalmente viento y agua. Es un sistema de teorías naturales por encima de todo, que se basa en la comprensión de las leyes de la naturaleza, y de esta forma nos ayuda a buscar la tranquilidad, a conseguir objetivos, y a buscar el equilibrio y la paz.
Lo primero que tenemos que pensar es en el orden del espacio y la limpieza. Vaciar, ordenar y limpiar deben ser los tres pilares por los que empezar. Si tenemos muchos objetos en casa eso causa confusión, obstáculos y desorden. Por eso hay que desprenderse de lo innecesario. Según esta filosofía aplicada a la decoración, hacer vacío sirve para recuperar la libertad para moverse con libertad y sencillez y recuperar energía vital perdida en objetos que no necesitamos.
Después pasamos a los colores, que influyen en la psique y en el plano físico de las personas. En este tipo de decoración, para poder flexibilizarla, es mejor utilizar una paleta de colores neutros o pastel. Será una base estupenda para colocar luego el resto de objetos en la casa que sean más coloridos. Pero si optamos por colores más intensos, podríamos optar por los colores del Feng Shui, relacionados con los cinco elementos de la naturaleza. Así, podríamos por ejemplo utilizar en el baño los tonos azules, que recuerdan al agua y relajan. En la habitación, el azul y el verde favorecen el sueño, y si queremos un tono más cálido, el rosa pastel o el salmón son elecciones ideales. Para el despacho o escritorio, los colores beige y tierra ayudarán a estimular la mente.
Ahora comenzamos por los consejos de disposición del comedor y salón. Es la parte de la casa donde deberíamos encontrar el descanso. Si los dos espacios están unidos, deben separarse por muebles que delimiten el espacio de cada habitación y utilizar iluminación diferenciada. La puerta de entrada hay que evitar que se encuentre de espaldas al sofá, por ejemplo. También, en el comedor, se recomienda que la mesa sea de esquinas redondeadas y que la decoración de alrededor no perturbe el momento de las comidas, como las televisiones. Optaremos también por luz natural y si no es posible, intentaremos hacerla parecida.
Para el dormitorio, la distribución de los muebles es muy importante para atraer energías positivas. La cama es el elemento clave a tener en cuenta, y es una de las partes clave en el Feng Shui en las casas. La cabecera tiene que estar apoyada en una pared sólida, los pies sin estar alineados con la puerta, pero al mismo tiempo con la capacidad de ver puerta y ventana desde la cama.
En la decoración Feng Shui la disposición del baño también es muy importante, ya que el agua simboliza la fortuna y la salud. No es recomendable que el baño esté frente a las puertas de entrada de la casa, ni que esté cerca del comedor, la cocina o la escalera. Mejor cuanta más luz natural entre al baño, y reducir el mobiliario con cantos por piezas redondeadas. Además, los grandes espejos aportan un flujo de energía positiva según esta tendencia. En cuanto a la cocina, debe de estar en la pared que da al sur y dispuesto hacia el oeste el ambiente. El espacio, además, deberá estar muy iluminado si es posible con luz natural. También, los elementos que tienen que ver con el fuego deben estar juntos –como los fogones y el horno-, y los de agua por otro lado –como la nevera o el lavavajillas-.
Por último, en cuanto a los objetos de decoración, es recomendable en todas las estancias utilizar elementos centrados en los paisajes y la naturaleza, como pequeñas fuentes, campanas de viento, los espejos, o elementos de vidrio colgantes.