Dormir bien es uno de los tres pilares de la vida saludable, junto a comer adecuadamente y hacer ejercicio. Tiene un impacto directo en nuestra salud la cantidad de horas que dormimos. Por eso, y porque nos pasamos mucha parte de nuestro tiempo en el dormitorio, tienes que tener una habitación confortable, cómoda y decorada para que sea acogedora y se convierta en nuestro refugio en casa.
Muchas veces os empezamos hablando de la pintura. ¡Pero es que hace milagros! Un color puede cambiar la habitación totalmente. Por eso tienes que empezar por elegir el color que mejor le va a tu cuarto. Piensa primero en si la habitación es luminosa o no. Si es luminosa, aceptará tonos más oscuros –pero no en más de una pared-, mientras que las habitaciones que necesitan más luminosidad es mejor pintarlas con colores de paletas suaves como el beige, el blanco, arena, pálidos… Otra clave que funciona es poner papel pintado en la pared del cabecero de la cama. Le dará personalidad y protagonismo. Pero no elijas cualquiera, tiene que ir en consonancia con el color de las paredes.
Ahora vamos con los cabeceros. Por mucho que nos parezca anticuado, los cabeceros de madera se siguen llevando, eso sí, con diseños más minimalistas y mejor si es en un tono medio o claro de madera. Además, la madera aísla del ruido y del frío. Si quieres arriesgar un poco más, apuesta por los listones en vertical u horizontal. También puedes utilizar de cabecero otras propuestas como cuadros grandes, zócalos, molduras, tapizados, textiles colgados en la pared, o incluso un biombo. ¡La imaginación es el límite! Por otra parte, encima del cabecero puedes decorar con cuadros de láminas o pinturas tanto en formato simétrico como en distintos tamaños. Si tienes una estantería puedes combinarlos con plantas.
Los textiles son clave para renovar un dormitorio. Si no quieres arriesgar en la ropa de cama, te recomendamos apostar por lo que nunca falla: los colores lisos. Escoge una colcha de un tono suave y neutro o pálido y mézclala con cojines y plaids en un tono de la misma paleta pero más intenso. Si quieres utilizar estampados, asegúrate de que sea en los cojines y de la misma paleta de colores. Después pasamos a coordinar la ropa de cama con las cortinas, que deben ser, como mínimo, de la misma gama cromática. Olvídate de los estampados si no quieres arriesgar demasiado, y para habitaciones con poca luz, recomendamos telas naturales de algodón o lino semitransparentes que den sensación de ligereza. Si apostamos por estores, lo mejor son las telas con cuerpo: lonetas de algodón y mezclas.
Otros cambios que podemos hacer para intentar dormir mejor es cambiar la ubicación de la cama, que se aconseja que mire al norte, ya que facilita el descanso, y asegurarnos de que haya espacio para pasar a ambos lados. También es momento de comprobar si necesitamos renovar el colchón: viscoelástico, de látex, con espuma…, en La Huerta Valenciana podrás adquirir uno nuevo del tipo que desees además del canapé ó somier.
Por último, solo nos queda prestar atención a los detalles, como la luz. Si vas a poner una lámpara de techo, asegúrate de que no molesta al incorporarte sobre la cama. También hay que pensar en poner focos encastrados que den luz a zonas concretas, como zonas de paso. La lámpara de la mesilla de noche es mejor que sea regulable. Y en cuanto el tono, elige luz cálida para el dormitorio.