Cuando hablamos del verano siempre nos imaginamos el sol, la arena y la brisa del mar. Pero podemos imaginar muchos sitios donde pasar las vacaciones, y ahora con la pandemia, un lugar más aislado puede beneficiarnos también a nivel de salud y tranquilidad. En un espacio natural, lleno de aire puro y silencio, podemos recuperar bajos niveles de ansiedad y comodidad. Si vais a pasar las vacaciones en el campo o queréis que vuestra casa parezca más campestre, seguid estos consejos.
Si piensas en el tradicional estilo rústico, olvídate de las maderas oscuras, los cuadros de pinturas campestres y los colores llamativos. Piensa en un concepto que será indispensable para que puedas decorar tu casa como en una revista: naturalidad. El estilo campestre se ha modernizado y los colores más oscuros para las paredes han pasado de moda. Blanco, beige o colores tierra muy claros deberían predominar para darle luz a las estancias. De esta manera podrás combinarlos con revestimientos como la piedra, la madera o el ladrillo a la vista, siempre en tonalidades claras. Otros elementos estructurales que pueden darle un aspecto campestre a la casa, si podéis incluirlos, serían las vigas de madera, aunque sean incorporadas.
En cuanto a los muebles, elige madera natural y muebles antiguos con tonos pastel o pintados de blanco. Si la madera está muy gastada, una mano de pintura puede darle una segunda vida a las antigüedades. Para el comedor y la cocina, si te gusta puedes elegir también mobiliario de madera o de obra, combinados con electrodomésticos modernos y llamativos. El ambiente será muy dulce a la vez que moderno. En el dormitorio, elige la sencillez, los tonos neutros y las piezas únicas. En el baño, debe predominar la mezcla de estilos: lo rústico con lo moderno, las piezas de obra y las de madera junto con griferías modernas y cristal para la ducha. Quedará deslumbrante.
Para los textiles de toda la casa, escogeremos mejor algodón y lino, más frescos para el verano, con pinceladas de colores y estampados con motivos botánicos, flores y rayas, sobre todo en los cojines. En cuanto a los detalles para la casa, empezamos por la cocina. Solo tener algunas piezas de menaje y ollas colgadas le dará a la zona un aspecto muy rústico y chic. Para toda la casa, ten en cuenta la iluminación. En verano, las cortinas deben ser claras para que pase toda la luz posible pero con tejidos finos para que no os abraséis de calor. Puedes optar también por las alfombras de materiales como el mimbre o yute para delimitar espacios en el hogar, sobre todo en salón y dormitorios. También son resistentes al exterior, y están además en plena tendencia. Además, para ser aún más originales, podemos decorar con elementos propios del campo, como una colección de sombreros decorando la pared de entrada de la casa, o botijos en los rincones, aperos de labranza, platos o jarrones de cerámica como centro de mesa o para las estanterías con libros, todo ello mezclado con otros objetos más modernos para permitir el contraste de estilos.
Por último nos encontramos con el exterior. Si tienes un pequeño jardín, aunque sea en la ciudad, hazte con muebles resistentes a las temperaturas y decora la zona con cestos, farolillos, guirnaldas de luz, flores, enredaderas para la pared… ¡Te parecerá estar en el paraíso! Deja cerca algún que otro plaid cerca de la zona de exterior para las noches más frescas de finales de estación. Recuerda que los muebles deben ser mullidos, ya que posiblemente sea el lugar de la casa que más uses para relajarte en verano. ¿Quién sabe cuántos atardeceres puedes contemplar mientras te tomas algo o lees un buen libro?